Prevención del cáncer de cuello uterino

Si bien el cáncer de cuello uterino es prevenible, en el mundo y en nuestro país es una causa importante de enfermedad y muerte por cáncer en la mujer. En Uruguay, 330 mujeres en promedio son diagnosticadas anualmente y 140 fallecen a causa de esta enfermedad, que ocupa el tercer lugar como causa de muerte por cáncer en la mujer. Esto se explica, al menos en gran parte, por el fracaso en lograr que las mujeres concurran a los controles para la realización del test de Papanicolaou (PAP).
Las lesiones en el cuello de útero se deben en su gran mayoría a la infección persistente por el virus del Papiloma Humano (HPV). La infección por HPV es la infección de transmisión sexual mundial más frecuente, y en la mayoría de los casos son infecciones transitorias. Pero si no desaparece, es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de cuello.
Nuestro programa de prevención del cáncer de cuello en Uruguay establece que el PAP debe realizarse a las mujeres entre los 21 y 69 años. Para la gran mayoría se inicia de forma anual por dos años y si son normales luego, uno cada tres años. Existe la salvedad de que para algunas es más frecuente, a determinar junto con el médico/a tratante.
Queremos dejarles claro que el Papanicolaou es un estudio sencillo, que no produce dolor, la toma de muestra dura unos minutos. Si bien se cuenta con técnicas más modernas, ésta es una técnica que no pierde validez como método de tamizaje – screening.

Vacunación contra el HPV:

La vacunación contra el HPV en adolescentes es otra medida para prevenir las infecciones y las posibles alteraciones que éstas pueden desencadenar (prevención primaria en salud). Los adolescentes hasta los 15 años, tanto varones como mujeres, pueden acceder a la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano de manera gratuita, sin orden médica. Se puede obtener también hasta los 26 años con indicación médica. Hay vacunas que también protegen contra HPV de bajo riesgo. Se sabe que éstos son los responsables de las verrugas genitales o condilomas. Estas lesiones son sumamente contagiosas a la pareja, y en el caso de pareja heterosexual llevan a la consulta al varón ya que es frecuente que la lesión se manifieste primero en sus genitales externos.

Prevención del cáncer de mama

¿Por qué realizarse el auto examen de mamas?

Es importante para el conocimiento de nuestro cuerpo. A lo largo de nuestra vida, el cuerpo cambia; si conocemos cómo se ven y se sienten nuestras mamas, podremos darnos cuenta si aparecen cambios. Se recomienda en forma mensual, idealmente el mismo día del mes. Recordemos que este examen no sustituye a la mamografía ni al control médico anual.

¿Qué es una mamografía?

La mamografía consiste en una radiografía de la mama que se realiza con un aparato de rayos X (mamógrafo) que produce dosis bajas de radiación.  Es capaz de detectar lesiones de pequeño tamaño antes de que sean palpables. En algunos casos puede ser necesario realizar una ecografía mamaria complementaria.

¿Por qué realizarse la mamografía?

La mamografía realizada en forma periódica contribuye al diagnóstico precoz de patologías mamarias, permitiendo un tratamiento temprano. En base a las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública, todas las mujeres entre 50 y 69 años se realizarán una mamografía cada dos años. Sin embargo, de acuerdo con cada mujer de forma individual, y acorde a la recomendación médica, es frecuente que solicitemos este estudio a partir de los 40-45 años.

Lactancia

¿Hasta cuándo amamantar?

Se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad con una alimentación complementaria adecuada, hasta los dos años de vida o más. Está bien demostrado que el lactante no necesita nada más que leche materna hasta los seis meses, ya que ésta le aporta todos los nutrientes necesarios. Por otro lado, la introducción más temprana de otros alimentos puede causarle problemas. A partir de los cinco o seis meses y hasta el año de edad, después de la toma al pecho se le pueden ofrecer otros alimentos de manera paulatina, con indicación previa por parte de su pediatra tratante. De esta forma, el bebé los aceptará mejor y aseguraremos que recibe todas las calorías y nutrientes que necesita. Madre e hijo/a deben decidir hasta cuando mantener la lactancia. Dar el pecho más allá de los dos años de edad del lactante, aunque poco frecuente, sigue siendo beneficioso para ambos. Cuando llegue el momento del destete, se realizará de forma progresiva y lenta, para evitar problemas tanto para el bebé como para su madre. La ducha diaria es suficiente para la higiene de las mamas. No se recomienda limpiar los restos de leche porque hidratan la aréola y previenen la formación de grietas.

Salud vaginal

En la vagina habitan naturalmente diferentes bacterias lácticas, que conforman la “flora vaginal”: la principal barrera protectora. Éstas crean un medio ácido que es óptimo para ellas, no dejando proliferar a las bacterias que pueden ser nocivas. Por esta razón, es importante mantener el valor del pH adecuado, ya que influye favorablemente en la salud vaginal al disminuir los riesgos de padecer infecciones. Existen distintos factores que pueden alterar el pH vaginal, como cambios hormonales durante la menstruación, el embarazo y la menopausia. Otras causas son el estrés, la toma de algunos antibióticos, la actividad sexual, ropa interior sintética o el uso diario de protectores, entre otros. Algunos de los síntomas que se pueden presentar cuando existe una infección genital baja son: olor diferente, mayor formación de flujo, cambio de color del flujo, sensación de ardor y picazón o dolor.

Higiene
La higiene íntima femenina y el cuidado de los genitales externos de la mujer deben ser distintas al de las otras partes del cuerpo, ya que tiene características diversas. Requiere de unas medidas de higiene y precaución diferentes, muy importantes para evitar infecciones y mantener una buena salud vaginal:
– Mantener la zona genital limpia y seca
Mantener la zona genital limpia y seca. Para la higiene podemos utilizar jabón neutro, íntimo, solo agua, o agua con borato de sodio. Hay que secarse sin friccionar. Es de suma importancia limpiar la zona perineal de adelante hacia atrás, para no arrastrar gérmenes desde el ano hacia la vulva.
– No realizar duchas vaginales de rutina
Muchas mujeres se sienten más limpias si utilizan duchas vaginales después de la menstruación o la relación sexual. Sin embargo, esta práctica puede empeorar el flujo vaginal. Con estas duchas se eliminan bacterias sanas que protegen la vagina contra una infección vaginal, dado que se altera el pH vaginal.
– Tomar probióticos durante el tratamiento con antibióticos
Se recomienda tomar probióticos cuando estemos en tratamiento con ciertos antibióticos, para evitar una candidiasis vaginal.
– Evitar el uso de productos de higiene íntima perfumados en el área genital y evitar la ropa apretada
Debemos intentar evitar o limitar el uso de ropa interior, pantalones u otro tipo de ropa extremadamente apretada que puede causar irritación en la zona íntima.
– Ropa interior de algodón, evitar la seda y el nylon
Usar ropa interior de algodón. Evitar ropa interior de seda o nylon debido a que no son materiales muy absorbentes y restringen el flujo de aire. Esto puede incrementar la sudoración del área genital, lo cual podría ocasionar irritación.
– Las mujeres diabéticas deben mantener un buen control de los niveles de glicemia.
– Usar el preservativo u otros métodos de barrera para evitar contraer o diseminar infecciones de transmisión sexual.
Si el flujo vaginal es causado por una enfermedad de transmisión sexual, la(s) pareja(s) sexual(es) se debe(n) tratar, incluso si no tiene(n) síntomas. La negativa de las parejas sexuales a aceptar tratamiento puede causar reinfección continua y conducir a una inflamación en la zona de la pelvis. Esta inflamación, llamada enfermedad inflamatoria pélvica, puede llegar a provocar esterilidad.

Higiene en la menopausia

Cuando los ovarios dejan de producir estrógenos cambia el pH de la vagina. Además, disminuye el grosor de las paredes (mucosa) que la recubren, lo que facilita las infecciones. Finalmente, disminuye la cantidad de flujo vaginal y aparece la sequedad y atrofia vaginal.  A su vez, muchas mujeres en esta etapa refieren la aparición o agravamiento de pérdidas involuntarias de orina que provocan humedad a este nivel. Por este motivo, recomendamos:

– Mantener  hábitos de higiene íntima femenina adecuados
– Utilizar hidratantes/ lubricantes y estrógenos tópicos, indicados por el/la ginecólogo/a tratante.

Este tipo de productos se aplican directamente en la vulva y la vagina y contribuyen a calmar la irritación y el malestar, además de hidratar la piel.